La sandía rayada sin pepitas es un volcán de sabor y frescor. Su corteza dura y redondeada de color verde contrasta con la jugosa y delicada carne de color rojo intenso que se alberga en su interior. Una delicia para el paladar que, a diferencia de la variedad convencional, se caracteriza por tener un sabor más dulce y menos ácido. Además, la sandía sin pepitas es una variedad que contiene semillas blancas muy beneficiosas. Cuando la pruebas sientes una ola de frescor que inunda toda tu boca, una sensación de hidratación y limpieza extrema, una explosión de sabor dulce y afrutado.
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Sandía rayada sin pepita (unidad)
Atrévete a probar este volcán de sabor y frescor. Disfruta de la sandía rayada sin pepitas con un sabor más dulce y menos ácido.
Peso aproximado: 6500 grs.
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- Descripción
- Usos gastronómicos
- ¿Cómo conservarlo?
- Beneficios para la salud
- ¿Cuándo comerlo?
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La sandía sin pepitas puede consumirse fría en crudo, ya sea en rodajas o en cuartos. No obstante, se puede utilizar para preparar ensaladas, sorbetes y granizados, purés y sopas; así como mermeladas.
En cuanto a su conservación, se puede almacenar a temperatura ambiente cuando está entera; mientras que si se abre, se deberá mantener en el frigorífico bien envuelta para evitar que se seque, pierda su frescor y propiedades; así como absorba los olores de otros alimentos.
La sandía es una fruta compuesta mayoritariamente por agua, por lo que su consumo mejora la hidratación del cuerpo y ayuda a limpiar los riñones. En el caso de la sandía rayada sin pepitas, contiene semillas blancas muy beneficiosas para nuestra salud, fuente de vitaminas y minerales. Es baja en calorias, tiene un efecto antioxidante y contiene mucha fibra.
El consumo de esta fruta aumenta en los meses estivales.
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