Las empresas cuentan con un importante impacto en el entorno en el que operan. Su función va más allá de facilitar bienes y servicios y generar empleo, ya que acaban integrándose en un ecosistema en el que tienen mucho que aportar, pero también del que beneficiarse. Sin embargo, su papel dentro de la sociedad no se limita a únicamente eso, y también adquieren un compromiso para mejorar la vida de esa comunidad. Y en todo esto ocupa una función muy importante la responsabilidad social empresarial (RSE) o corporativa (RSC).
Se trata en realidad de la estrategia que planifica una compañía o negocio para proporcionar mejoras y soluciones al entorno, mejorando la vida de trabajadores, clientes, propietarios y del conjunto de la sociedad. En este caso, merece la pena detenerse en la influencia que tienen las frutas en la responsabilidad social de una compañía.
Los responsables de una oficina o negocio tienen ante sí la posibilidad de ejercer una fuerte influencia sobre todo lo referente al ámbito social y ambiental. Para ello, tan solo es preciso que incluyan unos enfoques sostenibles y responsables en su gestión, y la mejor manera de efectuarlo a través de frutas, en donde es preferible que sean de temporada y nacional.
De esta manera consiguen promover el bienestar y la salud entre los empleados. No hay que olvidar que estos alimentos son ricos en nutrientes esenciales como minerales, vitaminas y antioxidantes, desempeñando un papel muy destacado en la prevención de enfermedades. Al facilitarles este tipo de productos a los trabajadores pueden ayudarles a que adquieran unos hábitos de nutrición más saludables. No es mala idea empezar desde la oficina, para que esta forma también extiendan esas costumbres a sus casas.
Siempre que sea posible, es mejor que las frutas que se consuman sean de temporada. Y esto es así por diferentes motivos. En primer lugar, porque tendrán un sabor más intenso y se disfrutarán mucho más, pero también resultarán más económicas. En la medida de lo posible debe apostarse por el producto nacional, de cercanía. No solo contará con más calidad, ya que también exigirá un menor esfuerzo para llegar a nuestras mesas. Por lo tanto, resultará más sostenible y estaremos aportando nuestro granito de arena para el cuidado del medio ambiente. Así, las empresas también pueden contribuir a la sostenibilidad del entorno que nos rodea, demostrando el compromiso que adquieren con la conservación de los recursos naturales.
Las empresas cada vez más preocupadas por mejorar su imagen
Las compañías cada vez muestran un mayor interés en todo lo que rodea a los empleados, clientes, proveedores y por extensión a su propia imagen. La Responsabilidad Social Corporativa se convierte en una herramienta que contribuye a reforzar ese papel, en donde los distintos actores salen ganando.
A cualquier negocio le beneficia que hablen de él y lo conviertan en un espacio apto para trabajar, comprar o simplemente para tenerlo como vecino. Para ello hay que labrarse con el tiempo esa buena opinión y el respeto de todos los que nos rodean.
De la misma manera que la fruta ayuda a prevenir enfermedades y bajas entre los trabajadores, también puede ser un remedio perfecto para crear un ambiente más sano y comprometido. Facilitar este tipo de alimentos en la oficina hará que la gente rinda mucho mejor y se sientan más valorados por parte de los superiores. Se tratan de pequeños detalles que van más allá de lo puramente económico.
La fruta también tiene mucho que decir en los objetivos de desarrollo sostenible
Las empresas y la sociedad en general deben tratar también los distintos desafíos sociales, económicos y ambientales que nos aguardan durante los próximos años. La oferta de frutas en el lugar de trabajo también puede ser un factor a tener en cuenta dentro de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) que plantea la ONU.
Se encuentran alineados con el ODS 3, que es la Salud y Bienestar; el ODS 12, la Producción y Consumo Responsables) y el ODS 15, la Vida de los Ecosistemas Terrestres. El aporte de frutas a los empleados contribuirá a la consecución de estos propósitos, en donde se evidenciará la implicación empresarial en ese entorno más sostenible que se persigue.
Siempre que sea posible, es mejor decantarse por la agricultura ecológica, por los productos de temporada y nacionales. Supondrán toda una garantía en cuanto a calidad y también en lo que se refiere a precios. Este tipo de producción sostenible es sinónimo de respeto con el medio ambiente, ya que, entre otras cosas, no se utilizan pesticidas ni fertilizantes químicos, usando además, técnicas de trabajo más respetuosas con el entorno.
Mejorar la productividad y satisfacción
Hoy en día, la responsabilidad social tiene cabida en cualquier tipo de negocio, al margen del sector al que se dediquen o del número de empleados que tengan. Se trata más bien de una cuestión de voluntad, ya que con una serie de compromisos y acciones se pueden alcanzar muchos de esos objetivos que se planteen desde el punto de vista ambiental o social. En todo momento debe tenerse muy presente al trabajador, al cliente, proveedores y al conjunto de la ciudadanía.
Pero en esta ocasión nos interesa poner el foco en el empleado, que será el que pueda sacarle un mayor partido a esas apuestas que hagas por la responsabilidad social empresarial. Al dotarle de esas herramientas tan útiles, como puede ser el suministro de frutas a diario en su puesto de trabajo, conseguirás que se sientan mucho más reconocidos y felices, implicándose mucho más en el día a día de la empresa.
Aunque parezca mentira, ese tipo de gestos engrandecen aún más la imagen de marca de cualquier negocio. Se valorará de forma interna, pero también por parte de los clientes y de todos aquellos que trabajen con la compañía de manera regular. Esto, además, contribuirá a retener el talento y servirá de aliciente para captar a nuevos trabajadores que tengan interés en poner sus conocimientos al servicio de nuestro negocio.
La fruta tendrá un impacto muy positivo sobre el empleado
Está comprobada la importante influencia que llega a adquirir la fruta en el lugar de trabajo, que se traduce en una mayor satisfacción y productividad por parte del trabajador. La jornada laboral se extiende durante ocho horas diarias, un periodo de tiempo suficiente para transmitir a la plantilla las intenciones de la empresa. Al dotarles de estos alimentos tan saludables y sostenibles se apuesta por una mayor calidad de vida de las personas, que en cuestión de muy poco tiempo se dejará notar con un mayor rendimiento.
Y es que al facilitarles frutas variadas y de temporada con regularidad conseguiremos que tengan más energía, concentración y productividad. Este tipo de alimentos tienen cabida en la dieta de cualquier persona a lo largo del día, siendo además un perfecto sustitutivo de otros productos menos saludables como pueden ser los dulces procesados o los snacks salados.
Es evidente que las empresas tienen en su mano la posibilidad de ser más responsables desde el punto de vista social, promoviendo una cultura empresarial más saludable y sostenible. Para ello, la introducción de la fruta en el lugar de trabajo puede ser una estupenda solución.